“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.” (Mateo 24:4)
Satanás es un maestro del engaño y de las mentiras (Juan 8:44). La Biblia le llama engañador y Halloween es tan solo uno de sus trucos. A los niños les encanta Halloween porque es tanto divertido como tenebroso. Cuanto más extraño y espeluznante sea mejor. Pero no tienen ni idea de lo que hay detrás de esta celebración. Halloween contiene implicaciones físicas y espirituales, las cuales describiremos más tarde.
Pero ¿Qué es Halloween? ¿Dónde nació? ¿Para qué era?
Halloween tiene su origen bajo el nombre de ‘Samhain’, y es como un festival pagano entre los druidas (sacerdotes paganos) celtas de Irlanda y Gran Bretaña. Los inmigrantes irlandeses y escoceses llevaron versiones de la tradición a Norte América en el siglo XIX. En las Islas Británicas, el día de todos los santos (1 de Noviembre) pasó a llamarse “All Halloweds” (Todo santificado) puesto que era un día de honor a todos los santos, la muerte cristiana. Como Samhain siempre ocurría en la noche antes de ‘All Halloweds’, acabó llamándose ‘La noche de All Halloweds’ o simplemente “Halloweds E’en”. De ahí pasó a llamarse “Hallows E’en” y, finalmente, a “Halloween”, como lo conocemos hoy.
Debido a la relación de nombres y a las fechas adyacentes, muchos, hoy en día entretienen la idea totalmente errada e insostenible de que Halloween son, de alguna manera, unas vacaciones cristianas. Pero esto está lejos de la verdad. Esta información incorrecta ha hecho que les fuera mucho más fácil a los festivales impíos que entrasen en algunas iglesias, tristemente.
Para los satanistas y expertos de brujería, Halloween no es una broma. Es una de sus ceremonias más solemnes del año. El 31 de octubre era una noche de terror llamada “Samhain o el Señor de la Muerte”. Samhain se conoce como “La fiesta de la Muerte,” pues se creyó que en esta temporada la muerte podría regresar a la tierra del vivo para celebrar con su familia, tribu o clan. También marcaba el fin del verano.
Esa noche los druidas (sacerdotes paganos) iban de casa en casa exigiendo una ofrenda para los espíritus de la muerte. ¡Una casa que no proveyera ‘comida’ generosa para los espíritus tendría que sacrificar a un niño! ¡Fue ahí donde nació la tradición del “truco o trato”! A cambio de la víctima, dejaban un Jack-O-Lantern, una calabaza esculpida alumbrada que, supuestamente, espantaba a los demonios y a los espíritus de la muerte para que no dañaran esa casa.
Una vez más, de ahí viene la tradición de poner una calabaza esculpida en la puerta de la entrada. A Satanás le encanta Halloween porque embellece las fuerzas de las tinieblas y promueve su mensaje del ocultismo. Parece estar funcionando porque las investigaciones señalan un crecimiento masivo de jóvenes atraídos hacia el ocultismo y el estilo oscuro.
Las implicaciones físicas: La práctica de “Truco o trato”, mejor conocido como chantaje o para inculcar miedo y prevenir el vandalismo. Cada año, la jefatura de policía se inunda de quejas de comportamiento anti social y de daños de inmuebles causados en el nombre de ‘truco o trato”. El miedo e incluso la extorsión han sido divulgados para advertir a muchos, sobre todo a los mayores, en lo que se refiere a las visitas del ‘truco o trato’ de Halloween. La oficina de estadísticas de accidentes confirma que el 31 de octubre es el día más mortal en muertes de los niños peatones. M. Lozon, director de pediatría en urgencias y profesor clínico de asistencia de medicina y pediatría en urgencias, ve en los resultados que son demasiadas las tragedias desafortunadas ocurridas en el divertido Halloween. “Urgencias se llena el día de Halloween. Vemos de todo, desde daños menores, como golpes y moretones, a casos más trágicos y serios como atropellos de peatones.”
Implicaciones espirituales: La tradición de ofrecer dulces, frutas o dinero como ‘trato’ en la noche de Halloween, vino de los druidas cuando pedían ‘tratos’ para las entidades de la muerte. Una persona envuelta en tal ‘trato’ está dando una ofrenda a los espíritus y ¡eso no es nada divertido! Los cristianos no deberían envolverse en dar o recibir comida que haya sido ‘ofrecida’ a la temporada de Halloween. Nuestro Señor Jesús dice, “No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios” (I Corintios 10:20-21).
¿Necesitas algo más claro? Finalmente, un día de ‘tal diversión’ podría afectar la vida de uno de mala manera durante muchos años o hasta tener consecuencias eternas. Ahora, ten en cuenta que ni siquiera Dios interfiere en tus propias decisiones. La vida es tuya y tu decides lo que debería beneficiarte o perjudicarte, a ti y a tu familia.
Sin embargo, ¡nunca digas que nadie te dijo la verdad!
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